Teresa Durán

Ciudad Juárez, México

Fui diagnosticada en octubre del 2018, pero empecé con síntomas un año antes. Como todos, al principio no sabía qué tenía, pero por fin encontré un médico que me dio el diagnóstico final. Primero lo tomé muy bien, pues prácticamente no sabía ni de qué se trataba esta enfermedad. Siempre tuve mucha fe de que para algo me había dado Dios esta enfermedad y lo tomé de buena manera. Además nunca pensé en dejar el empleo y seguí trabajando durante los siguientes años. Hasta que llegó la cirugía de estimulación cerebral profunda (DBS, por sus siglas en inglés) en la que me fue muy bien. Seguí trabajando en casa hasta que tuve que dejar, muy a mi pesar, mi empleo debido al nivel de estrés que no me estaba ayudando a mejorar. Pero esto me dio la oportunidad de ver la vida desde otro punto de vista, relajarme y empezar una rutina de ejercicios. Mi lección de vida es que si estas conectado con Dios y tienes mucha Fe, las cosas se van dando de forma positiva, Mi familia ha sido un pilar importante de soporte y apoyo emocional.

Vivir bien con Parkinson es despertarme cada mañana dar gracias a Dios por un día más y levantarme con el mejor ánimo a vivir mi día.

Me entusiasma poder compartir mi experiencia de vida con otras personas, y ayudar en la asociación de Parkinson de mi comunidad. Me gusta pasear con mis perros y ver series de televisión.

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