Lucía Wang

Buenos Aires, Argentina

Hace 14 años me diagnosticaron con Parkinson en Argentina. Tenía 33 años y un bebé de un mes de nacido. Al recibir el diagnóstico te resistes, te enojas, haces fuerza para que nada de lo que habías soñado, de alguna manera, no se frustre.  Varios años me llevaron a entender que el esfuerzo tenía que ser en otro sentido: en hacer todo lo que estaba a mi alcance para mantenerme de la mejor manera posible. Con el tiempo, me di cuenta de que había muchas cosas que me hubiera servido escuchar, que estaba orgullosa de mí misma por todo lo que había peleado y que eso podía ayudar a otros.

Llegó el momento de poner de mi parte para que el avance de la cura llegue lo antes posible. Y me parece que un buen aporte es mejorar el acceso a la información sobre Parkinson, para que otros con la condición participen en estudios clínicos.

Vivir bien con Parkinson es hacer todo lo que está a mi alcance para mantenerme de la mejor manera posible y, parte de ese proceso, es buscar constantemente aquello que necesito y que me hace mejor. Por ejemplo: el médico que me haga sentir más cómoda, el taller de escritura que me divierta, hacer yoga, el canto, aerobics, baile. Porque el Parkinson es único en cada persona y, a la vez, esa persona no es igual en cada momento. Por eso, aprendí que la clave es estar atenta a mi singularidad, que a su vez es variable.

Creo profundamente en las alianzas, los complementos, la riqueza de la diversidad, el intercambio de experiencias distintas, y una mirada positiva y de aprendizaje sobre la vida. Encontré que estas ideas están presentes en la Davis Phinney Foundation. Pienso que todo lo que nos pasa, sea agradable o desagradable, nos viene a enseñar y descubrir aspectos nuestros en los que tenemos que aprender. Que podemos encontrarle alguna razón a aquello que nos pasa, o enojarnos por nuestra mala suerte y no aprender nada. Como todo en la vida, podemos animarnos, hacer algo distinto por nosotros y por otros, o dejarla pasar la oportunidad. Yo elegí formar parte de los Embajadores Líderes y aceptar el desafío.

Pregunta a Lucía sobre:

Back to top